
El viernes fue día de estreno de la sexta parte de un clásico entre los videojuegos: TEKKEN 6. Yo, como fan indiscutible del rey de la lucha en las consolas emprendí el camino hacia mi tienda habitual de videojuegos GAME y me puse tras un hombre al que le estaban entregando una caja gigantesca con el nombre del videojuego. Cuando llegó mi turno le pedí al dependiente “el Tekken 6 para Playstation 3 por favor”. A lo que me respondió: “¿Lo has reservado?” Yo le dije: “No”. Él puso una amable sonrisa y me respondió: “Mal hecho. Te habrías llevado 5 euros en descuentos para otros juegos”. Yo asentí con cierta rabia al no saberlo y me limité a depositar sobre el mostrador mi tarjeta de socio. Con los puntos que llevaba acumulados obtuvo un descuento de diez euros en el producto final y coloqué 60 euros sobre el mostrador, el pago por mi juego nuevecito. Él me entregó la caja donde venía el Blueray del Tekken 6, insignificantemente pequeña en comparación con la enorme caja que el anterior cliente se había llevado. “¿Y el de la caja qué se ha llevado?” pregunté. “Una edición especial del Tekken 6”. “Ah ya, ¿y cuánto cuesta?” Esa fue mi primera pregunta, cuando debería haber sido, “¿Y qué contiene esa edición especial”. El dependiente respondió tranquilamente “Existen dos ediciones especiales diferentes para el Tekken 6: la edición coleccionista y la edición arcade stick. El primero viene con un libro de arte, un póster y una sudadera con el logotipo del juego. La segunda incluye el videojuego, un libro de cien páginas con ilustraciones que explican la historia, los personajes y el desarrollo del juego. Además trae consigo un arcade fighting stick inalámbrico personalizado (a los que se pateaban las recreativas en su infancia recordará el clásico Joystick de la máquina con botones enormes).
Casi estuve tentado de preguntar: “¿Y el juego no viene en estas ediciones?”, pero entonces volví a preguntar nuevamente aquello que el dependiente había esquivado hábilmente. “¿Cuento cuestan?”. Sin parpadear respondió finalmente “La primera 90 euros, la segunda 156,95 euros”.
Por un instante miré mi cartera y suspiré porque llevaba el dinero justo para comprar únicamente el juego. “La normal por favor” dije. Pagué, cargaron nuevos puntos en mi tarjeta y me fui a casa a probarlo.
La empresa GAME es la mayor cadena de tiendas distribuidora de videojuegos y productos relacionados en España. En sus estanterías podemos encontrar una gran cantidad de diferentes videojuegos con la opción a comprar productos más baratos (de segunda mano) y utensilios para mejorar nuestra sensación de jugar (sticks, mandos, teclados). No es extraño encontrar bajo su logotipo el comentario: el especialista en videojuegos.
A pesar de que los centros comerciales ofrecen los mismos productos, no ofrecen una gama tan extensa y su atención al cliente es muy deficiente en comparación a la que se encuentra en GAME. Además, no ofrece ofertas tan espectaculares como la cadena de tiendas, así que la gente suele preferir acudir a GAME y gastar su dinero más satisfactoriamente.
Con la última generación de videoconsolas el precio de los juegos ha aumentado enormemente (70 euros por un juego nuevo frente a los 60 de la generación anterior). Esto puede provocar que algunos clientes decidan comprarse más juegos de segunda mano y menos nuevos, pero lo que a GAME realmente le interesa son los clientes que continúan comprando sin importarles demasiado la subida de precios.
GAME aprovecha que la gente esté dispuesta a pagar una gran cantidad de dinero por un producto y para identificarla obtiene las tan famosas ediciones especiales o de coleccionista, ¡que varían el precio con una subida que varía de 10, 50 o incluso 100 euros más!
De esta manera, los clientes menos sensibles al precio deciden “darse el capricho” y pagar unos euros más por ese CD con contenidos exclusivos y vídeos de los creadores. Pero esto aún sigue, y es que existen los súper pack de coleccionista que incluyen camisetas, sudaderas, figuras de colección, libros de diseños, bandas sonoras, packs analógicos… que elevan el precio a un nivel al que este simple estudiante no puede llegar.
El otro día leí que van a sacar una edición “súper exclusiva” de un videojuego que incorporaba unas gafas de visión nocturna reales (el videojuego es de género bélico). La persona que esté dispuesta a pagar una cantidad de 150 euros por sentirse “exclusivo” está siendo identificada al instante por la empresa como un cliente sin sensibilidad ante los precios.
Y es que en GAME, puedes hacerte socio por el simbólico precio de un euro, teniendo acceso a información privilegiada sobre los contenidos que van a salir a la venta, dándote opción a vender tus juegos y a recibir puntos que podrás usar en descuentos para tus juegos favoritos.
Suena genial, pero también es una manera para que GAME sepa qué juegos estás dispuesto a reservar, o a pagar por un precio superior para aumentar el número de ediciones especiales en ese sector en concreto.
Como cualquier empresa, GAME quiere cobrar a sus clientes el máximo que éstas estén dispuestas a pagar, y gracias a este ingenioso sistema de autofijación de precios lo consiguen fácilmente.
Yo por mi parte, ya tengo mi edición “normal y barata” en mi estantería, y disfruto igualmente. ¡Menos mal que no llevé más dinero a la tienda!
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