lunes, 11 de enero de 2010

Siendo originales...

Una nueva oleada de “creatividad” está invadiendo los cines y librerías con una oleada inagotable de inspiración de la que las editoriales y productores están dispuestas a sacar tajada.
Sí. Hablo del movimiento Crepúsculo. Una autora escribe un libro. Tiene éxito. Sigue escribiendo hasta hacer una saga. Sacan la saga al cine. El éxito se multiplica por diez y no se tarda en ver docenas de “nuevas” y “originales” películas y libros con vampiros como protagonistas.
¿Son los consumidores los que se adaptan a lo que se les ofrece, o son los ofertantes los que se adaptan a los consumidores?
Por lo visto en cuanto uno llega a la Tierra Prometida, todos los demás se empeñan en marcar su franja de terreno con la intención de sacarse un dinerillo.
Volvemos al viejo asunto de que las empresas tratan de sacar el máximo beneficio de la situación que halla en el entorno. Es obvio que es renovarse o morir, pero por el amor de Dios, ¡hay mejores formas de hacerlo!
Convertirse en una competencia no requiere precisamente copiar al pie de la letra el modelo que la empresa ha seguido para tener éxito. Hay otros campos que poder explotar.
Tristemente pocos se arriesgan tanto y deciden seguir al “suertudo” de turno con unas posibilidades de éxito que cada vez son menores debido al gran número de competidores. Al final acabamos con un mercado repleto de un producto que no pasará de ser una moda del momento.
Esto ocurre por ejemplo con el videojuego musical Guitar Hero, o su homólogo Rock Band. Y ahora vemos tropecientos videojuegos musicales con tropecientas canciones y doscientas mil “nuevas” características. Un poquito de iniciativa creativa por favor. Que la idea esté bien y atraiga a la gente es fantástico, pero exigir demasiado a la gallina de los huevos de oro puede provocarle un infarto.
Personalmente para triunfar hace falta un golpe de ingenio e imaginación, y no siempre seguir a la manada. El riesgo es mayor, pero sin dolor no hay gloria.
Como seguidor de unas cuantas series y libros estoy viendo muchísimas novedades de temática zombie que editoriales y distribuidoras están llevando a cabo. La editorial Dolmen por ejemplo, a sabiendas de que es un fenómeno en crecimiento, está publicando una serie de libros mensuales de esa temática, lo que le asegura unas ventas bastantes altas. Las películas no tardarán en seguirles. Prueba de ello es la fantástica Zombieland, de la que ya se espera una secuela.
En plena era del apogeo vampiro-cansino-adolescente-enamoradizo ya están haciendo planes para la llegada de la era Zombie. Anticipándose para ser los primeros en abordar la situación mientras el resto estén retirando los carteles de promoción de los vampiros de moda.
Y ya que estoy daré mi opinión sobre estas películas y libros sobre vampiros, que ya que es mi última publicación y para algo es mi blog aprovecho para comentar que:
a)El vampiro es un personaje de terror, por lo que debería dar miedo, no hacer que las adolescentes cargadas de hormonas peguen fotos de ellos en sus carpetas. ¿Os imagináis una momia enamorada? ¡¿Qué mundo es este!?
b)Explotar tanto un género puede sobrecargarlo tanto hasta el punto de echarlo a perder, pero las ansias de dinero de muchas empresas les impiden una explotación “adecuada” del terreno y con una calidad mayor para el público (que es para lo que debería servir desde un principio).
En resumen, anticipación, iniciativa y explotación controlada son las claves para el desarrollo de una idea explosiva en vista de una mayor calidad en el futuro, tanto de las películas como de los libros.
Calidad antes que cantidad por favor.

jueves, 7 de enero de 2010

UNITED STATES OF SONY

Bueno tengo la sensación de que ya lo he visto todo con respecto al mundo de las consolas. Lo último es descubrir que las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos van a adquirir aproximadamente unas 2200 unidades de la PlayStation 3 de Sony con el objetivo de investigar y analizar el procesamiento de imágenes múltiples de alta resolución así como el sistema de video en alta definición. También se mencionan los llamados sistemas neuromórficos (ciencia que trabaja para descubrir los principios clave del funcionamiento del cerebro con el fin de aplicarlos en sistemas artificiales que interactúen de forma inteligente con el mundo real). ¿¡Alguien dijo Skynet!?
Por lo visto la consola japonesa atrae por sus increíbles características que la hacen similar en muchos sentidos a los superordenadores con los que trabajan las agencias de seguridad, con el claro beneficio del bajo precio.
Si ponemos que el precio de una PlayStation 3 (no voy a entrar en detalles de packs ni incluir el nuevo modelo) es de 300 euros; eso significa que se han sacado unos 660000 euros (con su respectivo cambio a dólares por supuesto) del presupuesto de las Fuerzas Armadas para este propósito.
La compra ha sido realizada con motivos de investigación en el campo de la tecnología (por si alguno pensó que habría diversión consolera en los barracones de algún campamento estadounidense de Irak).
Pero los americanos no son los únicos en sacar partido del bajo precio de la tecnología de Sony. Otros, como la Armada Británica ha comprado unas 230 consolas PSP (la versión de la PlayStation Portátil) para instruir a los marineros en conocimientos matemáticos y físicos de una forma bastante barata (120 francos de los de allí) y eficaz al poder ser utilizada en cualquier lugar.
Resulta curioso pensar que esta decisión se tomó tras conocer la postura de los Estados Unidos de adquirir las PlayStation 3.
Esta adquisición de consolas aumenta los beneficios de Sony al aparecer una utilidad que un principio no se había pensado (fines de investigación militares), a un mercado que carecía de cualquier atención por parte de Sony (las Fuerzas Armadas de una superpotencia como los EEUU).
Las ventas de los superordenadores podrían disminuir ya que ha aparecido un competidor de la nada que ni siquiera parecía estar ofertando el producto en sí, con un precio muchísimo más asequible para cualquier tipo de empresa que desea investigar o adquirir superordenadores.
Y es que la red de servidores Xeon (el procesador que vende Intel en los MacPro y en muchos servidores de altas prestaciones) pese a ser equipos especialmente diseñados para trabajar en red, acabaron siendo más lentos que los de las PS3.
Pero además de todo esto, los militares tratan de aplicar la tecnología del chip Cell para fines militares. ¿Sony como un contratista militar? Sin lugar a dudas eso llenaría las arcas de dinero de los japoneses, ¿pero no se habría desviado la visión original del producto?
La publicidad que está teniendo probablemente le valga nuevos compradores y es que para un sector tan curioso como éste, la calidad-precio de la PlayStation puede ofrecer mucho.
¡Publicidad, publicidad y más publicidad! Es necesario explotar un nuevo mercado en el que de repente parece ser que Sony, que ni siquiera se había dado cuenta de su ventaja competitiva, puede arrasar y conseguir unos beneficios aplastantes.
Eso sí, los americanos están intentando crear una gran red de videoconsolas con el único objetivo de construir la red de inteligencia artificial más avanzada que jamás halla existido.
Comienza el principio del fin…

jueves, 31 de diciembre de 2009

Avatar es tan solo el principio...


El otro día fui al cine con unos amigos para ver la nueva película de James Cameron, la famosísima Avatar, realizada con el presupuesto más alto en la historia del cine . Un portavoz de la 20th Century Fox indicó que filmar la película costó unos 237 millones de dólares, sin contar los costes de producción de 150 millones. Una suma final de casi 400 millones.
Hoy en día cualquiera mínimamente ligado a la actualidad conoce la existencia de esta prodigiosa película que ha llegado para revolucionar la industria del cine, por lo que crea un verdadero interés (necesidad) de ir a verla.
Pero el cine sufre malos tiempos debido al tema de la piratería (el cual ya se ha tratado en este blog) las ventas ilegales de los conocidos top-manta por lo que era necesaria una nueva visión de la película.
Llega la revolución 3D. ¿Revolución? En realidad el 3D ya existía desde hace decenas de años. La primera película con esa tecnología fue “The Power of Love” en 1922.
Han surgido varias técnicas y las que van haciéndose eco son el Dolby 3D, IMAX 3D y RealD.
Por ese motivo los cines donde se proyectan las películas se modernizan para poder mostrar al público la modernidad del arte cinematográfico con la visualización de una película en 3D.
¡Además, podemos optar a ver la película en formato normal o en 3D! Una elección que beneficia a todos los públicos e igualmente ofrece dinero a las distribuidoras ya que ciertas personas decidirán verla de las dos maneras para hacerse una idea de la diferencia.
En mi caso fui a verla en 3D y me quito el sombrero ante la emoción y el sentimiento que la película evoca. Al encenderse las luces, uno de mis amigos (que la había visto anteriormente en formato normal) me comentó que le había sorprendido más la primera vez que la vio, porque en 3D se había distraído observando los fondos y las profundidades en la pantalla (detalle que yo mismo señalé).
Las gafas que permiten ver la película en esa tecnología se han modernizado, dejando atrás esos modelos ridículos de cartón y papel cebolla de colores rojo y verde para dar paso a unas gafas más sofisticadas ¡que hasta incorporan sensores antirrobo para evitar su hurto!
El cine está creando la necesidad de ver películas en 3D para que volvamos al cine a gastarnos el dinero en las películas en lugar de descargárnoslas desde la red, ya que no podremos disfrutar de esa tecnología adquiriendo la película en un top-manta.
¿Verdadero? No. Ya existen programas que permiten transformar una película convencional en formato 3D. Pero la gente aún no lo sabe y por lo tanto irán al cine hasta que la situación se normalice y vuelva a ser necesaria una tecnología nueva que revolucione el cine.
Las salas que no posibiliten la visualización de películas en 3D probablemente pierdan un gran número de clientes. Antes muerta que sencilla como decía la canción. Toca sacar dinero de los beneficios y adaptarse a los nuevos tiempos si se quiere permanecer en el mercado.
Se puede sacar más partido de esto. Por supuesto. El terreno de los videojuegos ya ha experimentado el traspaso de películas a un formato a disfrutar en una consola, ¿pero cuándo se ha visto ese cambio en 3D?
¡El videojuego de Avatar sí lo permite! En Kinépolis había desplegada una docena de consolas XBOX 360 con el videojuego, pero sólo una de ellas (en una pantalla digital que lo que daría yo por tener una en casa) permitía jugar en 3D.
Tuve el placer de experimentar la jugabilidad de poder moverme en un entorno que parece rodearme, que me permite divisar a los lejos a los animales y plantas del planeta Pandora como nunca antes había podido imaginar. Apartando la cabeza al correr entre la vegetación por miedo a darme en la cara con sus frondosas hojas. Una experiencia sin igual que sin duda revolucionará el mundo de los videojuegos.
Eso sí, las televisiones que permitan ofrecer esta imagen (las gafas polarizadas también serán incluidas) serán muy caros y no llegarán hasta mediados del año 2010. Estos televisores son los llamados TV estereoscópica.
Si yo fuera el que moviera los hilos me aseguraría de dar una buena publicidad a estos nuevos televisores que auguro que sustituirán a nuestras viejas “cajas tontas” y estoy convencido de que se venderán rápidamente. Además me aseguraría de crear enlaces con distribuidoras y creadoras de videojuegos para ampliar esa necesidad de poseer la nueva tecnología hasta el punto de normalizarla en menos de un año.

domingo, 6 de diciembre de 2009

¡Me lo quitan de las manos!


En esta época de desvarío económico solo hace falta encender el televisor para ver a cualquier político exponer soluciones “definitivas” para remontar la Crisis.
Sin embargo no hace falta ser un licenciado en políticas para tomar decisiones sobre el sistema de vida a seguir durante la Crisis.
La gente de a pie ha encontrado soluciones variadas. Una de las que más ha llamado la atención es la explosión en la demanda de productos de segunda mano.
Las tiendas que se dedican a la compra y venta de productos de segunda mano han visto que los clientes han aumentado considerablemente en el último año y medio, llegando hasta cuadruplicar el número estándar.
La demanda de estos productos sustitutivos frente a los bienes de primera mano ha aumentado debido a la bajada de la renta de sus clientes, siendo en general, gente a la que le cuesta llegar a fin de mes.
Esto ha provocado un aumento en las ganancias de las tiendas de hasta un 20%, lo que para cualquiera de sus dueños supone un enorme beneficio.
Estos productos son iguales a los originales salvo por el hecho de estar usados, por lo que en estos tiempos en los que el ahorro es importante, la gente prefiere comprar entre un 20% y un 80% más barato.
Esto naturalmente ha reducido la demanda de los productos “recién salidos de fábrica”, aunque no tanto como podría parecer a primera vista. Siguen sin estar al nivel adecuado para representar una competencia “seria”.
Sectores como el mercado de los libros se han visto seriamente afectados, aunque un detalle curioso es que el número de personas que entran en las librerías es el mismo. ¿La diferencia? Ahora se lo piensan mucho antes de comprar un libro que le parezca interesante y claro, las ventas disminuyen.
El sector más afectado es el tecnológico. Quizá por eso estén tan de moda los netbooks, esos ordenadores portátiles diminutos que cuestan mucho menos dinero que los “normales” y que empiezan a ser habituales en las aulas universitarias.
En este sector las compras y ventas de ordenadores de segunda mano se han multiplicado por dos, y es que el bolsillo sufre por la compra de un producto nuevo de esta categoría.
El problema se encuentra en que tal y como reconoce el responsable de marketing de Ofertaspc, “la demanda de equipos portátiles de segunda mano supera la oferta”.
Así que la pregunta es, ¿realmente carecen de equipos de segunda mano o es que evitan al máximo su adquisición, reduciendo así la oferta y obligando a comprar productos nuevos y de mayor precio?
En cualquier caso, la gente de a pie puede vender sus propios equipos y sustituirlos de igual forma, y de hecho, lo hacen.
Esto ha provocado la disminución de precios en los productos de segunda mano y a consecuencia de ello, la demanda se dispara.
Es un hecho que la Crisis económica ha disparado el mercado de los productos de segunda mano por lo que las tiendas de ese sector deberían adquirir una mayor cantidad de productos que poder ofertar para obtener mayores beneficios. Del mismo modo, no deberían distraerse y habría que estar al tanto de la situación económica, ya que cuando los factores que afectan a la renta de forma decreciente bajen, la situación dará un giro y las ventas disminuirán.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Exprimiendo la naranja


El clásico del año 1971 “La naranja mecánica” del director Stanley Kubrick va a ser reestrenada en la cartelera con motivo de los diez años de la muerte del director.
El preestreno será muy limitado, en pocas salas y durante un determinado período de tiempo. Únicamente se han distribuido once copias, nueve de ellas en calidad digital y dos en la versión clásica de 35 milímetros, y podrán verse en las ciudades de Madrid, Valencia, Alicante, Zaragoza, Girona, Barcelona, A Coruña, Oviedo y Málaga.
“Casualmente” Malcom McDowell (el protagonista) será homenajeado en el festival de Sitges por sus 66 años de carrera.
¿Pero de qué trata este estreno? ¿De rememorar uno de los clásicos del séptimo arte haciéndolo coincidir con el décimo aniversario de la muerte de su creador o de exprimir el éxito que tuvo la película en 1971 proyectándolo en la época actual con mejor calidad y con una gran maniobra propagandística que “quizá” aumente el número de ventas de la edición en DVD que saldrá al mercado antes de Navidades?
Nos encontramos claramente ante una situación en la que se intenta aumentar de manera considerable la demanda de un producto que saldrá a la venta y que probablemente pasaría desapercibido sino fuera por un hecho tan propagandístico como es un estreno en cines.
Tras esta ingeniosa maniobra, los antiguos fans que se vieron sumergidos en la historia que Kubrick plasmó en 35 mm quizá se vean “empujados” a volver a pagar por verla en pantalla grande tantos años después.
De la misma manera las nuevas generaciones, más desconocedoras de esta película se vean animadas a ver “una película nueva” que tuvo buenas críticas y controversias en el pasado.
En cualquier caso, el lanzamiento en DVD pasaría ante nosotros sin llamar la atención sino fuera por este “homenaje” y se perderían muchísimos beneficios que de esta manera logran obtener.
Aunque es razonable preguntarse a dónde irá el dinero de las recaudaciones ya que la película no necesita recuperar costes y la propia publicidad que los medios están haciendo en relación a este reestreno (este blog es otro ejemplo) libra de pagar mucho dinero a agencias de publicidad.
Supongo que las distribuidoras y los cines se llenarán los bolsillos con esta oportunidad “única”.
No sería de extrañar que dentro de unos meses otro clásico volviera a reestrenarse en relación a otra fecha conmemorativa relacionada con:
a) El fallecimiento de uno de los miembros del reparto o de la dirección.
b) El estreno original.
c) Cualquiera de las anteriores.
En fin si esta maniobra resulta provechosa no veo por qué otras distribuidoras no intentarán hacerse con una parte del pastel realizando reestrenos y sacando dinero de lo que podría ser “la nueva moda del cine” invirtiendo unos pocos beneficios para forrarse fácilmente.
Por nuestro propio bien y el futuro del cine, espero que no.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El día a día de un Economista


Cada vez me es más simple recabar cuestiones rutinarias y aplicarlas a la economía, aunque quizá debería decir que por fin empiezo a ver las cosas como son en realidad.
Situaciones cotidianas como ir al cine se empiezan a plantear, no como un rato de ocio, sino como una elección que me priva de otra. Si decido gastarme 7,50 euros en ir a ver una película a la sesión de las diez de la noche y comprarme por 5,50 el pack “Felicidad” de una bebida y palomitas de tamaño medio en la sección de chucherías y bebidas del Kinepolis, realmente no estoy teniendo un coste total de 13 euros.
Mi coste real es no tener cualquier otra cosa que pueda pagar con esos 13 euros, es decir, lo que pueda dedicar con ese dinero más el tiempo que sacrifico en ir a ver la película y que podría destinar a otro fin. En economía esto se conoce como coste de oportunidad.
Otra cuestión importante que suele escapar a los ojos de las personas es el coste irrecuperable. Cualquiera que no haya estudiado economía exclamará: “eso no es cierto, entiendo que es el dinero o tiempo que no podemos recuperar tras haber realizado una determinada elección”. Bien, pues es cierto en principio, pero sin embargo se nos suele olvidar con facilidad que el coste, como irrecuperable que es, debe ser olvidado por completo a la hora de tomar decisiones posteriores.
En el mismo ejemplo del cine se muestra claramente lo que quiero decir. Muchos nos hemos encontrado a veces pensando “esta película es un aburrimiento y no me entretiene”. La pregunta es “¿Debería salir de la sala y hacer algo más provechoso?”. La mayoría de las personas contestará de inmediato: “Bueno, me he gastado 13 euros por estar aquí, mejor me quedo y los amortizo”. Grave error. Con esta respuesta estamos teniendo en cuenta el coste irrecuperable, el dinero que no volveremos a tener.
Para un economista lo razonable sería que si la película no te interesa, te marches del cine y dediques tu tiempo a algo más provechoso.
Para analizar esta situación desde otro punto recurriré una vez más al mundo de los videojuegos, centrándome en esta ocasión en las videoconsolas.
El tema en cuestión lo discutí hace tiempo con mi antiguo profesor de economía y me dio una lección aplicada que no se me olvidará fácilmente poniéndome un ejemplo que aplicaré a continuación a la actualidad.
Para hacerlo, utilizaré la llegada de la nueva PS3 Slim frente al modelo antiguo PS3 (o Playstation 3 para los más lentos).
Las principales diferencias entre ambas consolas se basan en el tamaño (la Slim es un 35% más pequeña y pesa un 36% menos) en la capacidad del disco duro (4 veces más que el modelo estándar de PS3) y en el precio (Slim a 299,90 euros, 300 menos de lo que costó la original en su salida). Además el nuevo modelo posee una optimización con menor consumo energético lo que se ve reflejado en que se caliente menos con el uso (los que tengan la PS3 sabrán que casi se puede freír un huevo encima con unas horas de juego).
Tras estos datos superficiales cualquier posible comprador que buscara una consola y no poseyera la PS3 tendría una fácil elección, pero pongámonos en lo peor y pensemos en un pobre hombre que compró la PS3 estándar por 400 euros días antes de la salida al mercado del modelo Slim.
Lógicamente y tras el arrebato de ira y blasfemias que tuvo al ver que el modelo nuevo y mejor por 100 euros menos, se dirige a la tienda más cercana, donde un amable gerente le ofrece cambiar su modelo estándar por la nueva pagando únicamente 50 euros por el cambio.
El hombre pensará de inmediato “¿Cómo voy a pagar 50 más después de haberme gastado 400 en el otro modelo, cuando solamente cuesta 300?”
De nuevo, la decisión debe olvidarse del coste irrecuperable, y lo que tendría que hacer el desdichado hombre es preguntarse si las nuevas características del nuevo modelo valen los 50 euros. Si para el uso que el hombre le va a dar a la consola, son insignificantes, entonces deberá seguir con su modelo estándar.
Por último y para cerrar el tema de los costes, debo incluir el asunto de los costes marginales.
A veces las decisiones no acaban con elegir si hacer algo o no, sino que es necesario comparar el coste marginal con el beneficio marginal. Es decir, si al comprar una videoconsola te ofrecen el modelo de 40 gigas de PS3 frente a otro modelo de 60 gigas por 30 euros más, tendremos que analizar si el coste marginal (los 30 euros) con el beneficio marginal que supone la mayor capacidad de memoria. En resumen, aquí no se trata de decidir comprar o no la videoconsola, sino de saber si merece la pena pagar más por algo mejor.
Decisiones corrientes con respuestas razonables de economistas se nos presentan a diario, pero pocas veces les damos la importancia que precisan. Espero que con esto, alguno lo tenga más claro a la hora de salir del cine ante el espantoso horror que le están presentando con “Las Colinas tienen Ojos”.
(¿¡Dónde estaba esta clase de economía cuando fui al cine aquel maldito día!?)

domingo, 8 de noviembre de 2009

Mr. Impuesto al Tabaco


El Ministerio de Sanidad planea ampliar la Ley Antitabaco, que entró en vigor en enero de 2006, para prohibir fumar en TODOS los lugares públicos. Además se intentará ampliar las áreas libres de humo.
La Ley en cuestión consiguió que al año siguiente a su aplicación más de un millón de personas dejaran de fumar pero todavía existen muchas brechas en su aplicación.
Las razones para ampliar los términos son que el fumar constituye un problema de salud pública que sobrecarga los servicios sanitarios al acudir los consumidores de tabaco con más frecuencia y al consumir más fármacos. Esto provoca un aumento en el gasto sanitario y el farmacéutico.
Sin embargo, otra opinión afirma que el tabaco tiene la función “social” de disminuir el número de personas de edad avanzada en estado de dependencia que la economía debe mantener. Esto aparece en un documento de las relaciones públicas de una industria británica. El propio autor citaba: "Con un aumento general de la esperanza de vida, necesitamos algo para que la gente muera. En sustitución de los efectos de la guerra, la pobreza y el hambre, el cáncer, considerado como la enfermedad de los países ricos, desarrollados, tiene un papel que jugar".
También hay que dar la opinión de los no fumadores (entre los que me incluyo) al respecto. El humo del tabaco molesta a todos aquellos que no lo consumen y el hecho de que un colectivo de los fumadores no respete la comodidad de los demás es una razón más para limitar el consumo de tabaco. El derecho a fumar lleva consigo el derecho de contaminar el aire a su alrededor.
Esta última afirmación nos lleva a la conclusión de que los fumadores se encuentran entre el grupo de personas cuyas decisiones afectan a terceros, por lo que podríamos estar hablando de fallos en el mercado y de externalidades.
Los fumadores que con la contaminación que generan sus cigarrillos no están pagando el verdadero coste de los efectos que eso conlleva con lo que la solución real sería imponer un impuesto sobre la externalidad para que el precio reflejara el daño con el objetivo de que tuvieran en cuenta las molestias causadas.
Esta externalidad sería voluntaria y el beneficio que se sacara del impuesto se utilizaría en cualquier otra actividad más beneficiosa.
Además las personas reducirían su consumo revelando además su posición como consumidores.