jueves, 31 de diciembre de 2009

Avatar es tan solo el principio...


El otro día fui al cine con unos amigos para ver la nueva película de James Cameron, la famosísima Avatar, realizada con el presupuesto más alto en la historia del cine . Un portavoz de la 20th Century Fox indicó que filmar la película costó unos 237 millones de dólares, sin contar los costes de producción de 150 millones. Una suma final de casi 400 millones.
Hoy en día cualquiera mínimamente ligado a la actualidad conoce la existencia de esta prodigiosa película que ha llegado para revolucionar la industria del cine, por lo que crea un verdadero interés (necesidad) de ir a verla.
Pero el cine sufre malos tiempos debido al tema de la piratería (el cual ya se ha tratado en este blog) las ventas ilegales de los conocidos top-manta por lo que era necesaria una nueva visión de la película.
Llega la revolución 3D. ¿Revolución? En realidad el 3D ya existía desde hace decenas de años. La primera película con esa tecnología fue “The Power of Love” en 1922.
Han surgido varias técnicas y las que van haciéndose eco son el Dolby 3D, IMAX 3D y RealD.
Por ese motivo los cines donde se proyectan las películas se modernizan para poder mostrar al público la modernidad del arte cinematográfico con la visualización de una película en 3D.
¡Además, podemos optar a ver la película en formato normal o en 3D! Una elección que beneficia a todos los públicos e igualmente ofrece dinero a las distribuidoras ya que ciertas personas decidirán verla de las dos maneras para hacerse una idea de la diferencia.
En mi caso fui a verla en 3D y me quito el sombrero ante la emoción y el sentimiento que la película evoca. Al encenderse las luces, uno de mis amigos (que la había visto anteriormente en formato normal) me comentó que le había sorprendido más la primera vez que la vio, porque en 3D se había distraído observando los fondos y las profundidades en la pantalla (detalle que yo mismo señalé).
Las gafas que permiten ver la película en esa tecnología se han modernizado, dejando atrás esos modelos ridículos de cartón y papel cebolla de colores rojo y verde para dar paso a unas gafas más sofisticadas ¡que hasta incorporan sensores antirrobo para evitar su hurto!
El cine está creando la necesidad de ver películas en 3D para que volvamos al cine a gastarnos el dinero en las películas en lugar de descargárnoslas desde la red, ya que no podremos disfrutar de esa tecnología adquiriendo la película en un top-manta.
¿Verdadero? No. Ya existen programas que permiten transformar una película convencional en formato 3D. Pero la gente aún no lo sabe y por lo tanto irán al cine hasta que la situación se normalice y vuelva a ser necesaria una tecnología nueva que revolucione el cine.
Las salas que no posibiliten la visualización de películas en 3D probablemente pierdan un gran número de clientes. Antes muerta que sencilla como decía la canción. Toca sacar dinero de los beneficios y adaptarse a los nuevos tiempos si se quiere permanecer en el mercado.
Se puede sacar más partido de esto. Por supuesto. El terreno de los videojuegos ya ha experimentado el traspaso de películas a un formato a disfrutar en una consola, ¿pero cuándo se ha visto ese cambio en 3D?
¡El videojuego de Avatar sí lo permite! En Kinépolis había desplegada una docena de consolas XBOX 360 con el videojuego, pero sólo una de ellas (en una pantalla digital que lo que daría yo por tener una en casa) permitía jugar en 3D.
Tuve el placer de experimentar la jugabilidad de poder moverme en un entorno que parece rodearme, que me permite divisar a los lejos a los animales y plantas del planeta Pandora como nunca antes había podido imaginar. Apartando la cabeza al correr entre la vegetación por miedo a darme en la cara con sus frondosas hojas. Una experiencia sin igual que sin duda revolucionará el mundo de los videojuegos.
Eso sí, las televisiones que permitan ofrecer esta imagen (las gafas polarizadas también serán incluidas) serán muy caros y no llegarán hasta mediados del año 2010. Estos televisores son los llamados TV estereoscópica.
Si yo fuera el que moviera los hilos me aseguraría de dar una buena publicidad a estos nuevos televisores que auguro que sustituirán a nuestras viejas “cajas tontas” y estoy convencido de que se venderán rápidamente. Además me aseguraría de crear enlaces con distribuidoras y creadoras de videojuegos para ampliar esa necesidad de poseer la nueva tecnología hasta el punto de normalizarla en menos de un año.

domingo, 6 de diciembre de 2009

¡Me lo quitan de las manos!


En esta época de desvarío económico solo hace falta encender el televisor para ver a cualquier político exponer soluciones “definitivas” para remontar la Crisis.
Sin embargo no hace falta ser un licenciado en políticas para tomar decisiones sobre el sistema de vida a seguir durante la Crisis.
La gente de a pie ha encontrado soluciones variadas. Una de las que más ha llamado la atención es la explosión en la demanda de productos de segunda mano.
Las tiendas que se dedican a la compra y venta de productos de segunda mano han visto que los clientes han aumentado considerablemente en el último año y medio, llegando hasta cuadruplicar el número estándar.
La demanda de estos productos sustitutivos frente a los bienes de primera mano ha aumentado debido a la bajada de la renta de sus clientes, siendo en general, gente a la que le cuesta llegar a fin de mes.
Esto ha provocado un aumento en las ganancias de las tiendas de hasta un 20%, lo que para cualquiera de sus dueños supone un enorme beneficio.
Estos productos son iguales a los originales salvo por el hecho de estar usados, por lo que en estos tiempos en los que el ahorro es importante, la gente prefiere comprar entre un 20% y un 80% más barato.
Esto naturalmente ha reducido la demanda de los productos “recién salidos de fábrica”, aunque no tanto como podría parecer a primera vista. Siguen sin estar al nivel adecuado para representar una competencia “seria”.
Sectores como el mercado de los libros se han visto seriamente afectados, aunque un detalle curioso es que el número de personas que entran en las librerías es el mismo. ¿La diferencia? Ahora se lo piensan mucho antes de comprar un libro que le parezca interesante y claro, las ventas disminuyen.
El sector más afectado es el tecnológico. Quizá por eso estén tan de moda los netbooks, esos ordenadores portátiles diminutos que cuestan mucho menos dinero que los “normales” y que empiezan a ser habituales en las aulas universitarias.
En este sector las compras y ventas de ordenadores de segunda mano se han multiplicado por dos, y es que el bolsillo sufre por la compra de un producto nuevo de esta categoría.
El problema se encuentra en que tal y como reconoce el responsable de marketing de Ofertaspc, “la demanda de equipos portátiles de segunda mano supera la oferta”.
Así que la pregunta es, ¿realmente carecen de equipos de segunda mano o es que evitan al máximo su adquisición, reduciendo así la oferta y obligando a comprar productos nuevos y de mayor precio?
En cualquier caso, la gente de a pie puede vender sus propios equipos y sustituirlos de igual forma, y de hecho, lo hacen.
Esto ha provocado la disminución de precios en los productos de segunda mano y a consecuencia de ello, la demanda se dispara.
Es un hecho que la Crisis económica ha disparado el mercado de los productos de segunda mano por lo que las tiendas de ese sector deberían adquirir una mayor cantidad de productos que poder ofertar para obtener mayores beneficios. Del mismo modo, no deberían distraerse y habría que estar al tanto de la situación económica, ya que cuando los factores que afectan a la renta de forma decreciente bajen, la situación dará un giro y las ventas disminuirán.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Exprimiendo la naranja


El clásico del año 1971 “La naranja mecánica” del director Stanley Kubrick va a ser reestrenada en la cartelera con motivo de los diez años de la muerte del director.
El preestreno será muy limitado, en pocas salas y durante un determinado período de tiempo. Únicamente se han distribuido once copias, nueve de ellas en calidad digital y dos en la versión clásica de 35 milímetros, y podrán verse en las ciudades de Madrid, Valencia, Alicante, Zaragoza, Girona, Barcelona, A Coruña, Oviedo y Málaga.
“Casualmente” Malcom McDowell (el protagonista) será homenajeado en el festival de Sitges por sus 66 años de carrera.
¿Pero de qué trata este estreno? ¿De rememorar uno de los clásicos del séptimo arte haciéndolo coincidir con el décimo aniversario de la muerte de su creador o de exprimir el éxito que tuvo la película en 1971 proyectándolo en la época actual con mejor calidad y con una gran maniobra propagandística que “quizá” aumente el número de ventas de la edición en DVD que saldrá al mercado antes de Navidades?
Nos encontramos claramente ante una situación en la que se intenta aumentar de manera considerable la demanda de un producto que saldrá a la venta y que probablemente pasaría desapercibido sino fuera por un hecho tan propagandístico como es un estreno en cines.
Tras esta ingeniosa maniobra, los antiguos fans que se vieron sumergidos en la historia que Kubrick plasmó en 35 mm quizá se vean “empujados” a volver a pagar por verla en pantalla grande tantos años después.
De la misma manera las nuevas generaciones, más desconocedoras de esta película se vean animadas a ver “una película nueva” que tuvo buenas críticas y controversias en el pasado.
En cualquier caso, el lanzamiento en DVD pasaría ante nosotros sin llamar la atención sino fuera por este “homenaje” y se perderían muchísimos beneficios que de esta manera logran obtener.
Aunque es razonable preguntarse a dónde irá el dinero de las recaudaciones ya que la película no necesita recuperar costes y la propia publicidad que los medios están haciendo en relación a este reestreno (este blog es otro ejemplo) libra de pagar mucho dinero a agencias de publicidad.
Supongo que las distribuidoras y los cines se llenarán los bolsillos con esta oportunidad “única”.
No sería de extrañar que dentro de unos meses otro clásico volviera a reestrenarse en relación a otra fecha conmemorativa relacionada con:
a) El fallecimiento de uno de los miembros del reparto o de la dirección.
b) El estreno original.
c) Cualquiera de las anteriores.
En fin si esta maniobra resulta provechosa no veo por qué otras distribuidoras no intentarán hacerse con una parte del pastel realizando reestrenos y sacando dinero de lo que podría ser “la nueva moda del cine” invirtiendo unos pocos beneficios para forrarse fácilmente.
Por nuestro propio bien y el futuro del cine, espero que no.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El día a día de un Economista


Cada vez me es más simple recabar cuestiones rutinarias y aplicarlas a la economía, aunque quizá debería decir que por fin empiezo a ver las cosas como son en realidad.
Situaciones cotidianas como ir al cine se empiezan a plantear, no como un rato de ocio, sino como una elección que me priva de otra. Si decido gastarme 7,50 euros en ir a ver una película a la sesión de las diez de la noche y comprarme por 5,50 el pack “Felicidad” de una bebida y palomitas de tamaño medio en la sección de chucherías y bebidas del Kinepolis, realmente no estoy teniendo un coste total de 13 euros.
Mi coste real es no tener cualquier otra cosa que pueda pagar con esos 13 euros, es decir, lo que pueda dedicar con ese dinero más el tiempo que sacrifico en ir a ver la película y que podría destinar a otro fin. En economía esto se conoce como coste de oportunidad.
Otra cuestión importante que suele escapar a los ojos de las personas es el coste irrecuperable. Cualquiera que no haya estudiado economía exclamará: “eso no es cierto, entiendo que es el dinero o tiempo que no podemos recuperar tras haber realizado una determinada elección”. Bien, pues es cierto en principio, pero sin embargo se nos suele olvidar con facilidad que el coste, como irrecuperable que es, debe ser olvidado por completo a la hora de tomar decisiones posteriores.
En el mismo ejemplo del cine se muestra claramente lo que quiero decir. Muchos nos hemos encontrado a veces pensando “esta película es un aburrimiento y no me entretiene”. La pregunta es “¿Debería salir de la sala y hacer algo más provechoso?”. La mayoría de las personas contestará de inmediato: “Bueno, me he gastado 13 euros por estar aquí, mejor me quedo y los amortizo”. Grave error. Con esta respuesta estamos teniendo en cuenta el coste irrecuperable, el dinero que no volveremos a tener.
Para un economista lo razonable sería que si la película no te interesa, te marches del cine y dediques tu tiempo a algo más provechoso.
Para analizar esta situación desde otro punto recurriré una vez más al mundo de los videojuegos, centrándome en esta ocasión en las videoconsolas.
El tema en cuestión lo discutí hace tiempo con mi antiguo profesor de economía y me dio una lección aplicada que no se me olvidará fácilmente poniéndome un ejemplo que aplicaré a continuación a la actualidad.
Para hacerlo, utilizaré la llegada de la nueva PS3 Slim frente al modelo antiguo PS3 (o Playstation 3 para los más lentos).
Las principales diferencias entre ambas consolas se basan en el tamaño (la Slim es un 35% más pequeña y pesa un 36% menos) en la capacidad del disco duro (4 veces más que el modelo estándar de PS3) y en el precio (Slim a 299,90 euros, 300 menos de lo que costó la original en su salida). Además el nuevo modelo posee una optimización con menor consumo energético lo que se ve reflejado en que se caliente menos con el uso (los que tengan la PS3 sabrán que casi se puede freír un huevo encima con unas horas de juego).
Tras estos datos superficiales cualquier posible comprador que buscara una consola y no poseyera la PS3 tendría una fácil elección, pero pongámonos en lo peor y pensemos en un pobre hombre que compró la PS3 estándar por 400 euros días antes de la salida al mercado del modelo Slim.
Lógicamente y tras el arrebato de ira y blasfemias que tuvo al ver que el modelo nuevo y mejor por 100 euros menos, se dirige a la tienda más cercana, donde un amable gerente le ofrece cambiar su modelo estándar por la nueva pagando únicamente 50 euros por el cambio.
El hombre pensará de inmediato “¿Cómo voy a pagar 50 más después de haberme gastado 400 en el otro modelo, cuando solamente cuesta 300?”
De nuevo, la decisión debe olvidarse del coste irrecuperable, y lo que tendría que hacer el desdichado hombre es preguntarse si las nuevas características del nuevo modelo valen los 50 euros. Si para el uso que el hombre le va a dar a la consola, son insignificantes, entonces deberá seguir con su modelo estándar.
Por último y para cerrar el tema de los costes, debo incluir el asunto de los costes marginales.
A veces las decisiones no acaban con elegir si hacer algo o no, sino que es necesario comparar el coste marginal con el beneficio marginal. Es decir, si al comprar una videoconsola te ofrecen el modelo de 40 gigas de PS3 frente a otro modelo de 60 gigas por 30 euros más, tendremos que analizar si el coste marginal (los 30 euros) con el beneficio marginal que supone la mayor capacidad de memoria. En resumen, aquí no se trata de decidir comprar o no la videoconsola, sino de saber si merece la pena pagar más por algo mejor.
Decisiones corrientes con respuestas razonables de economistas se nos presentan a diario, pero pocas veces les damos la importancia que precisan. Espero que con esto, alguno lo tenga más claro a la hora de salir del cine ante el espantoso horror que le están presentando con “Las Colinas tienen Ojos”.
(¿¡Dónde estaba esta clase de economía cuando fui al cine aquel maldito día!?)

domingo, 8 de noviembre de 2009

Mr. Impuesto al Tabaco


El Ministerio de Sanidad planea ampliar la Ley Antitabaco, que entró en vigor en enero de 2006, para prohibir fumar en TODOS los lugares públicos. Además se intentará ampliar las áreas libres de humo.
La Ley en cuestión consiguió que al año siguiente a su aplicación más de un millón de personas dejaran de fumar pero todavía existen muchas brechas en su aplicación.
Las razones para ampliar los términos son que el fumar constituye un problema de salud pública que sobrecarga los servicios sanitarios al acudir los consumidores de tabaco con más frecuencia y al consumir más fármacos. Esto provoca un aumento en el gasto sanitario y el farmacéutico.
Sin embargo, otra opinión afirma que el tabaco tiene la función “social” de disminuir el número de personas de edad avanzada en estado de dependencia que la economía debe mantener. Esto aparece en un documento de las relaciones públicas de una industria británica. El propio autor citaba: "Con un aumento general de la esperanza de vida, necesitamos algo para que la gente muera. En sustitución de los efectos de la guerra, la pobreza y el hambre, el cáncer, considerado como la enfermedad de los países ricos, desarrollados, tiene un papel que jugar".
También hay que dar la opinión de los no fumadores (entre los que me incluyo) al respecto. El humo del tabaco molesta a todos aquellos que no lo consumen y el hecho de que un colectivo de los fumadores no respete la comodidad de los demás es una razón más para limitar el consumo de tabaco. El derecho a fumar lleva consigo el derecho de contaminar el aire a su alrededor.
Esta última afirmación nos lleva a la conclusión de que los fumadores se encuentran entre el grupo de personas cuyas decisiones afectan a terceros, por lo que podríamos estar hablando de fallos en el mercado y de externalidades.
Los fumadores que con la contaminación que generan sus cigarrillos no están pagando el verdadero coste de los efectos que eso conlleva con lo que la solución real sería imponer un impuesto sobre la externalidad para que el precio reflejara el daño con el objetivo de que tuvieran en cuenta las molestias causadas.
Esta externalidad sería voluntaria y el beneficio que se sacara del impuesto se utilizaría en cualquier otra actividad más beneficiosa.
Además las personas reducirían su consumo revelando además su posición como consumidores.

domingo, 1 de noviembre de 2009

El Rey del Torneo del Puño de Hierro... ¿o es de Oro?


El viernes fue día de estreno de la sexta parte de un clásico entre los videojuegos: TEKKEN 6. Yo, como fan indiscutible del rey de la lucha en las consolas emprendí el camino hacia mi tienda habitual de videojuegos GAME y me puse tras un hombre al que le estaban entregando una caja gigantesca con el nombre del videojuego. Cuando llegó mi turno le pedí al dependiente “el Tekken 6 para Playstation 3 por favor”. A lo que me respondió: “¿Lo has reservado?” Yo le dije: “No”. Él puso una amable sonrisa y me respondió: “Mal hecho. Te habrías llevado 5 euros en descuentos para otros juegos”. Yo asentí con cierta rabia al no saberlo y me limité a depositar sobre el mostrador mi tarjeta de socio. Con los puntos que llevaba acumulados obtuvo un descuento de diez euros en el producto final y coloqué 60 euros sobre el mostrador, el pago por mi juego nuevecito. Él me entregó la caja donde venía el Blueray del Tekken 6, insignificantemente pequeña en comparación con la enorme caja que el anterior cliente se había llevado. “¿Y el de la caja qué se ha llevado?” pregunté. “Una edición especial del Tekken 6”. “Ah ya, ¿y cuánto cuesta?” Esa fue mi primera pregunta, cuando debería haber sido, “¿Y qué contiene esa edición especial”. El dependiente respondió tranquilamente “Existen dos ediciones especiales diferentes para el Tekken 6: la edición coleccionista y la edición arcade stick. El primero viene con un libro de arte, un póster y una sudadera con el logotipo del juego. La segunda incluye el videojuego, un libro de cien páginas con ilustraciones que explican la historia, los personajes y el desarrollo del juego. Además trae consigo un arcade fighting stick inalámbrico personalizado (a los que se pateaban las recreativas en su infancia recordará el clásico Joystick de la máquina con botones enormes).
Casi estuve tentado de preguntar: “¿Y el juego no viene en estas ediciones?”, pero entonces volví a preguntar nuevamente aquello que el dependiente había esquivado hábilmente. “¿Cuento cuestan?”. Sin parpadear respondió finalmente “La primera 90 euros, la segunda 156,95 euros”.
Por un instante miré mi cartera y suspiré porque llevaba el dinero justo para comprar únicamente el juego. “La normal por favor” dije. Pagué, cargaron nuevos puntos en mi tarjeta y me fui a casa a probarlo.
La empresa GAME es la mayor cadena de tiendas distribuidora de videojuegos y productos relacionados en España. En sus estanterías podemos encontrar una gran cantidad de diferentes videojuegos con la opción a comprar productos más baratos (de segunda mano) y utensilios para mejorar nuestra sensación de jugar (sticks, mandos, teclados). No es extraño encontrar bajo su logotipo el comentario: el especialista en videojuegos.
A pesar de que los centros comerciales ofrecen los mismos productos, no ofrecen una gama tan extensa y su atención al cliente es muy deficiente en comparación a la que se encuentra en GAME. Además, no ofrece ofertas tan espectaculares como la cadena de tiendas, así que la gente suele preferir acudir a GAME y gastar su dinero más satisfactoriamente.
Con la última generación de videoconsolas el precio de los juegos ha aumentado enormemente (70 euros por un juego nuevo frente a los 60 de la generación anterior). Esto puede provocar que algunos clientes decidan comprarse más juegos de segunda mano y menos nuevos, pero lo que a GAME realmente le interesa son los clientes que continúan comprando sin importarles demasiado la subida de precios.
GAME aprovecha que la gente esté dispuesta a pagar una gran cantidad de dinero por un producto y para identificarla obtiene las tan famosas ediciones especiales o de coleccionista, ¡que varían el precio con una subida que varía de 10, 50 o incluso 100 euros más!
De esta manera, los clientes menos sensibles al precio deciden “darse el capricho” y pagar unos euros más por ese CD con contenidos exclusivos y vídeos de los creadores. Pero esto aún sigue, y es que existen los súper pack de coleccionista que incluyen camisetas, sudaderas, figuras de colección, libros de diseños, bandas sonoras, packs analógicos… que elevan el precio a un nivel al que este simple estudiante no puede llegar.
El otro día leí que van a sacar una edición “súper exclusiva” de un videojuego que incorporaba unas gafas de visión nocturna reales (el videojuego es de género bélico). La persona que esté dispuesta a pagar una cantidad de 150 euros por sentirse “exclusivo” está siendo identificada al instante por la empresa como un cliente sin sensibilidad ante los precios.
Y es que en GAME, puedes hacerte socio por el simbólico precio de un euro, teniendo acceso a información privilegiada sobre los contenidos que van a salir a la venta, dándote opción a vender tus juegos y a recibir puntos que podrás usar en descuentos para tus juegos favoritos.
Suena genial, pero también es una manera para que GAME sepa qué juegos estás dispuesto a reservar, o a pagar por un precio superior para aumentar el número de ediciones especiales en ese sector en concreto.
Como cualquier empresa, GAME quiere cobrar a sus clientes el máximo que éstas estén dispuestas a pagar, y gracias a este ingenioso sistema de autofijación de precios lo consiguen fácilmente.
Yo por mi parte, ya tengo mi edición “normal y barata” en mi estantería, y disfruto igualmente. ¡Menos mal que no llevé más dinero a la tienda!

domingo, 25 de octubre de 2009

¡VIVA LAS VEGAS!



Hace unos días fui al casino que hay en Torrelodones, Madrid, y me encontré con un ambiente cargado de dinero, estadísticas, números, ganancias y pérdidas.
Cambié 10 euros en cuatro fichas de 2,5 euros cada una y me dirigí hacia las mesas de la ruleta americana. Allí me encontré con una gran cantidad de personas que realizaban grandes apuestas con muchas posibilidades de perder, y novatos del mundillo como yo que se asomaban tímidamente, buscando un lugar en el que depositar sus fichas.


La mayoría de personas que había allí rondarían los treinta y cinco y cuarenta y cinco años y aunque había casos en los que las personas perdían miles de euros por tirada sin cambiar el aspecto impertérrito de sus rostros, algunos mostraban disgusto al perder sus fichas.
Al ver el lugar repleto me pregunté cómo era posible que tanta gente arriesgara sus capitales en plena crisis.

Rebuscando en Internet, hallé la respuesta. Los jóvenes encuentran más dificultades para encontrar un empleo, lo que genera paro, y debido a ese paro, tienen más tiempo libre.
La conclusión a la que llegan mucho es a la de intentar conseguir unos ingresos, arriesgando su capital en tiempo de ocio de una manera arriesgada, pero también sencilla, a través del juego y las apuestas.
Muchos pierden todo lo que tienen y se convierten en adictos, y otros con suerte aumentan sus ganancias. El jugador con cabeza gana y se retira a tiempo, al contrario que aquel que ante unas grandes ganancias, continua apostando. Es necesario saber que el que apuesta a la larga siempre pierde, reduciendo las probabilidades de éxito a 0.

Pero, ¿qué es lo que hace un casino? ¿Un casino produce dinero? En realidad, vende una imagen de diversión, una forma de pasar el rato y, con suerte, aumentar nuestro dinero. ¿A los ricachones? En absoluto, cualquiera puede entrar y probar fortuna. ¿Cómo lo hacen? Ofreciendo unas instalaciones y juegos que atraigan a las personas.
Aunque existe un pequeño precio para entrar al casino (3 euros en mi caso), no existe límite en cuanto a lo que apostar en diversión, por lo que el equilibrio es perfecto. A todo el mundo le parece bien que entrar cueste únicamente 3 euros y que le dejen plena libertad en cuanto al resto del consumo de diversión.

El éxito que están teniendo los casinos se debe a la gran labor de marketing, publicidad e incluso turismo que realizan los propios casinos. Invirtiendo en esos aspectos, atraen nuevos clientes potenciales, y consiguen que jueguen en sus mesas y se dejen el dinero en ellas, todo sea por la diversión y el placer.
Esta emprendedora acción nos hace darnos cuenta de que si algo funciona bien y da dinero, se puede mejorar para dar aún más dinero.

Como he aprendido de las lecciones impartidas en clase, siempre se debe invertir en modificar la infraestructura si con ello nos aseguramos unas mayores ganancias en el futuro.
Es curioso observar que la frontera de posibilidades de producción es muy variable en este negocio, ya que depende del número de clientes y de la suerte que tengan apostando.

Creo que todos sabemos que cuando vas a un casino, salgas con el dinero que salgas, el que habrá ganado es el casino. La banca siempre gana, y el que no entienda eso y crea que al casino se va para aumentar su fortuna se llevará una gran decepción.

Por cierto, logré convertir mis 10 euros en 30, y además de propina una gran noche de diversión, porque para eso fui, y eso fue lo que me llevé.
20 euros para un estudiante que no trabaja es una gran suma de dinero que espero saber administrar para mi futuro placer.


domingo, 18 de octubre de 2009

“Cuando ya no quede sitio, los economistas dominarán la Tierra”

Pues sí queridos seguidores. Temblad de terror porque os quedan años hasta que la economía se haga con el control del sector tecnológico. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Dónde esconderse? ¿Tengo que sacar el rifle del armario? A continuación lo explicamos.

El 19 de abril de 1965 un ingeniero llamado Gordon Moore afirmó en el artículo de una revista una teoría que, aunque en principio para él no fue más que unas palabras más en todo su trabajo, resultaría ser una de las Leyes más conocidas en el terreno de la tecnología, la Ley de Moore.
Dicha ley, aseguraba el número de transistores por pulgada en circuitos integrados se duplicaba cada año y que la tendencia continuaría durante las siguientes dos décadas.

Una década más tarde, en 1975, realiza una modificación, en la que afirma que el crecimiento seguiría siendo exponencial, aunque el ritmo bajaría a la mitad, ya que la capacidad de integración de transistores por pulgada se duplicaría cada 2 años.
La Ley de Moore sigue cumpliéndose hasta la fecha, lo que explica que los precios sigan bajando mientras que las características de los equipos aumenten. Por ejemplo: los ordenadores que salen al mercado reducen su precio a la mitad al año siguiente y quedan obsoletos rápidamente, en un período de dos años.
No obstante, el propio Moore ha afirmado que esta ley no funcionará eternamente, y que en un tiempo de 10 o 15 años, una nueva tecnología podrá sustituir a la actual.
Los estudios predicen que a partir del 2014 los costes para la fabricación de herramientas para semiconductores, ascenderán hasta llegar a ser tan elevados para que se siga cumpliendo la Ley.

¿Y por qué debería importarnos la Ley de Moore si esto es un blog de economía?
Muy sencillo.

En otros artículos sobre la materia se ha barajado que existe un límite de miniaturización para la fabricación de esos transistores. Cuando alcancen un límite, los electrones se escaparían de los canales, causando errores en el sistema.
El motivo de la caída de la Ley de Moore no es físico, sino económico.
Una vez haya dejado de funcionar, la tecnología quedará en un segundo plano, mientras que la economía dominará el sector, dado que los fabricantes cambiarán su sistema de negocio para conseguir más beneficios, conservando la tecnología existente durante más tiempo.

¿Qué quiere decir todo esto? Pues básicamente, que la economía tendrá una mayor importancia en un futuro, extendido sus influencias hacia todos los sectores conocidos.

Y para que no se diga que este blog no tiene “chicha”, añadimos un vídeo del susodicho Moore, explicando estas ideas (eso sí, en inglés, que para esos somos cultos):

domingo, 11 de octubre de 2009

¡Mario Bros gana un nuevo round a la piratería!


En 20Minutos.es lo tienen claro: "El año pasado los españoles fueron menos al cine, adquirieron menos DVD y menos discos. Sin embargo, compraron casi tantos videojuegos como en 2007".
Un hurra por la industria videojueguil. A diferencia de otros sectores de la industria audiovisual, parece ser que los videojuegos siguen arrasando, saltando por encima, cual Mario Bros, del monstruo de la crisis. Nada parece frenar las compras de estos productos, cada vez más de moda entre la población joven, y ya no tan joven. La tan temida piratería, no parece tener tantos efectos negativos sobre este mercado.
En 2008, las ventas de este sector fueron de 1.432 millones de euros, y prevee un descenso mínimo en las compras, debido principalmente a la piratería y la crisis.
Es necesario recordar que el sector de los videojuegos acumula más beneficios que las películas y la música. Además, con las modificaciones del sector, provinientes en mayor parte de NINTENDO, han ampliado su mercado, consiguiendo que una buena parte de la demanda provenga de personas de edad avanzada.
España se consolida en el sector como el cuarto mercado europeo y el sexto mundial pero, no obstante, es uno de los países con mayor índice de piratería, habiéndole hecho perder 180 millones de euros en el último año, por lo que el sector volverá a embarcarse en la lucha por su erradicación en los próximos tiempos.
Es importante tener en cuenta que la piratería, aparte de ser un medio de obtener un sustitutivo del producto original, es ilegal, no garantiza calidad alguna y deteriora el sector de los videojuegos, perjudicando futuras creaciones e inversiones en nuevos productos.
Así que ya sabéis, la piratería es la responsable de esos molestos diálogos en inglés en algunos juegos, y de que esas ediciones especiales no salgan de Japón. No me seais garrulos y comprad juegos, ya sean de segunda mano o reducidos de precio.
¡LARGA VIDA A LOS VIDEOJUEGOS!

domingo, 4 de octubre de 2009


El FMI (Fondo Monetario Internacional) parece intuir que a nuestro país le queda todavía un largo camino de obstáculos en el ámbito económico.
Para hacer este trayecto algo más llevadero, el FMI solicita al Gobierno que disminuya el déficit presupuestario (también conocido como déficit fiscal, y que ocurre cuando una entidad gasta más dinero del que gana), recortar el gasto (tratando de que en el proceso no se vean afectados los beneficios), reformar el mercado laboral (lo que aumentaría la contratación a tiempo parial) y mejorar la competividad (¡ahí es nada!).
España es el país europeo que necesita más urgentemente una reestructuración económica y se prevé que será el único país europeo con una recesión hacia 2010.
El Gobierno español, sin embargo, arroja la idea de que el FMI esté cometiendo un fallo de cálculo, y que probablemente el Fondo hubiera malentendido ciertos aspectos de la economía española.
La recuperación económica española pretende recuperarse a mediados de 2010.Por su parte el FMI ataca el mal funcionamiento del mercado laboral del país, señalando mayoritariamente los ajustes de despidos como única solución efectuada, destruyendo puestos de empleo pero no bajando salarios. “El objetivo de la reforma debería ajustarse a la creación de empleo y la reducción de presiones al desempleo en las cuentas del Estado” comentó el subdirector del departamento para Europa del FMI.